Como viene siendo tradición cada año en este día los peraledenses acuden puntuales a su cita para honrar a sus familiares y amigos difuntos aunque este año la adversa climatología no permitió que la Santa Misa en  recuerdo de los fieles difuntos pudiera celebrarse en el Cementerio Municipal y tuvo que cambiarse a la Parroquia. A pesar del viento reinante muchos vecinos y visitantes participaron de la ceremonia religiosa y muchos visitaron, una vez finalizada la Misa, el Campo Santo peraledense. Fabuloso mantenimiento de las instalaciones del Cementerio Municipal  y precioso estado de las distintas calles adornadas para este día con multitud de flores. Un año más, por estas fechas, los vecinos preparan las tumbas y cada vez son más quienes nos visitan sobre todo cuando coincide con algún puente para poder desplazarse y pasar unos días en el pueblo.

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